Si conoces la serie...¿a quien te gustaría parecerte?

martes, 19 de abril de 2011

Capitulo 5: Callejon sin salida

Seguían buscando en el edificio abandonado y no encontraban a nadie, ninguna pista que les llevase a Castle o al triple asesino. Ryan seguía inspeccionando la parte subterránea del edificio mientras Esposito y Beckett seguían en la parte superior hasta que se toparon con otras escaleras aunque esta vez se dirigían a la parte más alta del edificio, la azotea.
 -Esposito, te digo lo mismo que a Ryan, si encuentras algo fuera de lo normal, dispara, grita, lo que sea, pero que se te escuche ¿vale?-dijo Beckett-.
 -Si Beckett-dijo Esposito-.
Esposito subió las escaleras rápidamente. Mientras tanto, Beckett se quedaba en el mismo sitio. Beckett estaba rastreando el lugar por enésima vez cuando algo la asustó, era su móvil con el tono que le puso Castle hace semanas llamado: Threshold, en la que salía cantando la hermana de la cantante Haley Blue, la cual había muerto por temas de pasión.
Beckett cogió el teléfono y vio que la llamaban de la comisaría, era el capitán:
 -Beckett-dijo ella-.
 -Inspectora Beckett, ¿se puede saber donde esta?
 -Estoy siguiendo una pista capitán, los chicos están aquí conmigo.
 -¿Y por qué no me lo había dicho?, ¿por qué no me había comentado nada?
 -Lo siento capitán, usted estaba reunido y no quería molestarle a usted ni a sus compañeros.
 -Muy honrado por su parte Beckett, pero la próxima vez quiero que me lo comunique. ¿Está claro?
 -Si capitán por s…
De pronto todo se volvió negro para Beckett. No podía ver nada, solo oía una voz lejana gritando su nombre, pero esa voz cada vez se alejaba más, y más hasta que finalmente dejo de oírla. Escuchó una voz muy cercana a ella que decía:
 -Despídase del mundo inspectora, porque al único que verás será a mi durante un largo tiempo.
Esa voz le sonaba, era la de…Gates. Si, ya lo recordaba. Era el que había matado a tantas mujeres solo para encubrir  al verdadero triple asesino. Había una cosa que no la entendía… ¿Qué hacia Gates allí sí debería de estar en la cárcel?, ¿y a que se refería diciendo eso de que se debía despedir del mundo? Beckett no entendía nada, seguía dándole vueltas a lo de Gates pero de pronto, algo la sacó de sus pensamientos al notar cómo la arrastraban hacia el exterior del edificio al notar un aire frío proveniente de la oscura noche que envolvía a la ciudad de Nueva York.
Pasaron aproximadamente 2 horas en una furgoneta. Beckett se estaba despertando poco a poco a medida que transcurría el trayecto. Estaba en el maletero de una furgoneta, donde pudo ver por una ventanilla que separaba la parte de delante a la de atrás a Gates conduciendo la furgoneta. Conducía de modo inadvertido pero algunas veces aceleraba para adelantar. Ella dejó de mirar por la mini ventanilla que explique anteriormente, se centró en cómo salir de allí. No había nada que la pudiese ayudar a salir de allí, todo lo que había allí era basura, no la podría ayudar a salir de allí.

Después de un largo viaje que pudo durar 15 minutos pararon, Beckett no sabía donde pero sabía que si no hacia algo, podría morir en cuestión de horas o de días, por eso lo primero que se le vino a la cabeza al escuchar como abrían el maletero de la furgoneta fue…hacerse la dormida. Abrieron la puerta, al instante entró un rayo de luz que impactó en su cara, lo que hizo que Beckett se estremeciese un poco pero sin que se diese cuenta Gates. Seguía tirada en el suelo de la furgoneta, quieta sin moverse. Notaba como las gotas de sudor causadas por la tensión de ese momento recorrían su frente y bajaban lentamente por su cara en diagonal, algunas llegando a sus ojos, otras por sus mejillas y las otras recorrían su cara. Gates sacó su pistola, la apunto a su cabeza. No disparó, se la quedo mirando. Se la volvió a meter entre los pantalones y el cinturón que llevaba de color marrón de cuero.
 -¡Eh tu!, despierta que ya hemos llegado-dijo Gates dirigiéndose a Beckett que seguía tendida en la furgoneta-, ¡te he dicho que te levantes!, ¿no me escuchas?.
Beckett seguía en la misma posición, sabía que tarde o temprano Gates se cansaría y se iría a hacer una cosa o a coger algún elemento para despertarla pero no lo hizo. Ni mucho menos. Cogió la pistola que se había guardado anterior mente, la levanto, apunto a Beckett y la amenazo:
 -¡Si no te despiertas ahora mismo, te matare aquí mismo!, ¡no me das pena!-grito Gates-.
Beckett tenía que actuar y así lo hizo. Se inclino rápidamente haciendo caer la pistola que sostenía Gates en la mano al suelo. Se escucho el ruido de la pistola al impactar con el suelo. Beckett se giro hacia Gates para darle una patada en la cara para que estuviese el mayor tiempo posible en el suelo para que ella pudiese escapar pero eso no fue como ella imagino. Gates esquivo su patada u le dio un buen golpe a Beckett en la cabeza que la dejo nuevamente inconsciente. Gates recogió su arma del suelo y se la volvió a guardar para otra ocasión. Decidió, que la próxima vez que volviese a despertar e hiciese lo mismo, o no lo dijese lo que quería, la mataría a sangre fría.



viernes, 8 de abril de 2011

Capitulo 4: Seguimiento de las pistas.

Beckett se despidió de Martha y de Alexis antes de salir del apartamento de Castle. Lo último que le había comentado a Martha es que daría su vida por encontrar a Castle sano y salvo. Después de esto, Alexis subió a su habitación y las 2 mujeres se quedaron en la puerta:
 -Gracias Kate, no sé qué haríamos nosotras sin ti-dijo Martha con los ojos humedecidos-, en serio, te estamos muy agradecidas Alexis y yo.
 -De nada Martha, estoy aquí para lo que necesites, pero… ¿Cómo se enterara Alexis de esto?
 -Tranquila, se lo diré a su debido tiempo.
 -Muy bien, gracias Martha. Si tienes algún problema llámame que vendré lo antes posible.
Al finalizar Beckett esta frase, se giro y puso rumbo hacia el ascensor que estaba al lado del apartamento al final del pasillo. Apretó el botón y observo que estaba subiendo. Dedujo que le quedaban 2 plantas para llegar a la planta en la que ella se encontraba así que espero. ‘’ ¡Pin!’’. Llego el ascensor a su planta, se abrieron las puertas y ella se giro hacia Martha que seguía esperando en la puerta del apartamento de Castle:
 -Adiós Martha-dijo Beckett levantando la mano de forma de despedida e intentando hacer una sonrisa-.
 -Adiós Kate, suerte-dijo haciendo el mismo gesto-.
Entro en el ascensor y se apoyo en la pared del fondo del ascensor cerrando los ojos y pensando cual podía ser su próximo paso para encontrar a Castle con vida y al triple asesino. Las puertas del ascensor se cerraron y empezó a descender a la planta principal donde saldría del edificio, entraría a su coche y pondría rumbo hacia la comisaria 12 a seguir investigando y ver si habían encontrado algo en su ausencia.

Tardo otra media hora en llegar a la comisaria y sentarse en su puesto de trabajo. Al llegar lo primero que hizo fue preguntarles a los chicos si habían encontrado algo, pero por ahora seguían igual, en un callejón sin salida.
Después  de que Beckett entrase en la sala de descanso y se preparase una café para pensar mejor donde podían estar Castle retenido, llego Esposito con un sobre color carne en la mano derecha:
 -Beckett, un señor ha llamado por teléfono y ha dicho que ha visto a 2 chicos entrando en un edificio abandonado a 14 manzanas de aquí, justamente en Ericsson place. Esta abandonado desde hace 15 años, hay gente que le llama…:
 El edificio de los fantasmas-dijeron Ryan y Esposito a la vez-.
 -Muy bien chicos por la actuación,  pero tenemos un caso por resolver y a un compañero que salvar así que andando-dijo Beckett chasqueando los dedos y señalando a la puerta-.
 -Sí, señora-dijo Esposito-.
 -Sí, señora-dijo Ryan-.
Salieron de la comisaria hacia el lugar donde les había indicado aquel hombre que hizo aquella llamada anónima, pero a Beckett le olía a gato encerrado.
Llegaron al lugar de los hechos pero allí no había nadie.
 -Puede que se hayan cansado de esperarnos y se hayan ido-dijo Ryan-.
 -Sí, o puede que se los haya comido un gusano gigante que salió del suelo, que yacía ahí desde miles de años atrás y decidió salir ahora-dijo Beckett en tono de burla-.
 -Oye, Montgomery tiene razón-empezó a decir Esposito-,se te está pegando algo del don de Castle.
 -Chicos, ahora hablando en serio, ¿no os parece demasiado fácil esto?-dijo Beckett-.
 -¿El qué?-pregunto Ryan-.
 -Todo, quiero decir, secuestran a Castle, no encontramos nada, no hay más victimas y ¿ahora recibimos una llamada anónima que dice que tenemos que venir aquí porque los ha visto entrar?, y además no está siguiendo su patrón, es decir, no ha estrangulado a 3 mujeres en una semana, desaparecido 1 mes y volver a estrangular a otras 3 vamos, chicos, no somos unos novatos, somos profesionales, agentes profesionales y no caemos en estas trampas.
 -Bueno…puede que tengas razón, pero Beckett, no perdemos nada por intentarlo ¿no?-dijo Ryan-.
 -Sí, pero…es que esto no me pinta bien. No quiero que muráis ahí por mi culpa, por traeros aquí, por estar tan involucrada en el caso.
 -Beckett, todos estamos involucrados en este caso. Castle era nuestro compañero, nuestro amigo y ahora que lo secuestren nos ha afectado a todos, a unos más que a otros, pero…lo encontraremos sano y salvo y los días volverán a ser iguales-dijo Esposito-.
 -Tenéis razón, me he comportado como una estúpida ahora mismo.
 -¡Eh!, no te has comportado como una estúpida, te has comportado como la jefa, compañera y amiga que eres para nosotros y para Castle-dijo Ryan-.
 -Muy bien, pues entonces…vamos a atrapar a ese hijo de p*** y a salvar a Castle y llevarlo con su familia.
Después de esto, se dispusieron a entrar en el edificio. Solo estaban ellos, no había nadie para escoltarlos o para disparar en caso de despiste.
Entraron sin miedo, esperando a que alguien apareciese, pero nada de eso ocurrió, solo siguieron caminado por el largo pasillo del edificio abandonado. Se podía observar una alfombra arrugada en el suelo de color rojo mate desgastado, unos cuadros en las paredes en los que aparecían señores de diferentes épocas, pero tenían en común una cosa: Todos llevaban bigote y barba. Al final del pasillo se encontraban unas escaleras que daban a la parte inferior del edificio. Suponían que daba al garaje o a un lugar subterráneo del edificio.
Beckett le hizo señas a Ryan para que bajase por aquellas escaleras mientras ella y Esposito seguían revisando la parte alta.
 -Si encuentras algo grita, haz un disparo o lo que sea pero que te podamos oír ¿vale?-le dijo Beckett a Ryan-.
 -De acuerdo-dijo Ryan-.
Bajó las escaleras con la linterna en la mano izquierda debajo de la pistola, que la sostenía en la mano derecha. Ryan recordó lo que le dijeron en la escuela de policías antes de salir de allí:
 ‘’La pistola siempre en posición recta y firme’’
Eso fue lo que hizo, la alzo hasta que el creyera que estaba recta y la puso firme. Mientras tanto, en el piso de encima en el cual se encontraban Esposito y Beckett vigilando, había otra persona que no era ni el triple asesino ni Castle. Lo conocían, se supone que debería de estar en la cárcel, pero es que Beckett y los chicos no saben que se ha escapado solo por venganza.



jueves, 17 de marzo de 2011

Capitulo 3: La busqueda de los dos

Eran las 15:30 cuando Beckett había mirado el reloj por última vez después de lo ocurrido, después de que el triple asesino se llevara a Castle con él hacia un lugar desconocido. Estaban en blanco. No sabían si pararía de matar hasta encontrarles o seguiría matando mientras retenía a Castle. Beckett deseaba que eso fuese unos libros de Castle para así poder rescribir lo ocurrido y en caso de que acabase mal poder cambiarlo, pero Beckett sabía perfectamente que eso no era así, no era uno de sus tantos best-sellers que había escrito anteriormente, si no una caso mas por resolver pero esta vez por un ser de por medio, en donde la vida de ese ser querido estaba entre la vida, y quién sabe si la muerte.
 -Inspectora Beckett-le llamo Montgomery-, ¿puedo hablar un segundo contigo?
 - ¿Ha llamado ya a la familia de Castle?- dijo Montgomery-.
¡La familia de Castle!, casi se le olvida por completo, no la había llamado, ni siquiera les había informado sobre la situación en la que se encontraba Castle. Bueno, él y todos.
 -No señor, todavía no les he comunicado nada sobre el tema-dijo Beckett-.
 -Pues hágalo, es su familia, merecen saber lo que le ha pasado a su padre, y a su hijo en el caso de Martha-dijo Montgomery-.
 -Pero señor, yo se lo quería decir en persona, no por teléfono.
 -Muy bien, vaya y dígaselo.
 -¿Tiene que ser ahora?
 -Claro, no se lo dirá cuando le encontremos ¿no?
 -No señor-dijo Beckett bajando la mirada-.
 -Pues vaya ahora mismo.
 -Sí señor.
Beckett giro y salió del despacho de Montgomery rumbo a casa de Castle para comunicarle a Alexis y a Martha que a Castle le habían secuestrado y no sabían donde se podía encontrar.
Al cabo de media hora, Beckett se encontraba en frente de la puerta del apartamento de Castle indecisa si era ese el momento en el que se lo debía contar todo a ellas o esperar más para que estuviesen preparadas pero como dijo el capitán:’’ no esperaras a que lo encontremos ¿no?’’. No, no esperaría más para decírselo. Diciendo eso en su cabeza, toco el timbre y espero a que le abriesen la puerta.
Al cabo de unos minutos oyó unos pasos detrás de la puerta. Al abrirse la puerta vio a una niña de unos 16 ó 17 años, con el pelo de color pelirrojo, con unos ojos azules como lo de Castle. Como los de Castle…Beckett no paraba de pensar en el, en cómo se podía encontrar en ese mismo momento, si estaba herido. Salió de sus pensamientos con un leve chasquido de dedos de la adolescente que tenía delante.
 -Beckett, ¿estás bien?
 -¡Alexis!, si tranquila estoy bien-dijo intentando hacer una media sonrisa-, ¿esta Martha en casa?
 -Sí, está arriba intentando localizar a mi padre, ¿tú lo has visto?
 -Em…de eso quería hablar con tu abuela, ¿le podrías decir que he venido y que si puedo hablar con ella?, es urgente.
 -Claro, pero mi padre está bien ¿no?-dijo Alexis alzando las cejas de modo de una contestación rápida hacia Beckett-.
 -Si si claro, pero tengo que hablar con tu abuela.
 -Claro, si, ahora mismo voy a llamarla.
 -Gracias Alexis-
 -De nada.
Un par de minutos después bajo Martha. Llevaba puesto una camiseta azul marina con unos pitillos elásticos de color negro.
 -Beckett querida, ¿Qué haces aquí?- dijo Martha abrazándola mientras le preguntaba-.
 -Quería hablar sobre…Castle
 -¿Qué le ha pasado?, ¿está bien?
 -Em…no, le ha pasado algo esta mañana.
 -¿El qué?-dijo desconcertada-.
 -¿Tu sabias que había un asesino suelto no?, el triple asesino.
 -Sí. Creo que fue cuando Richard me dijo que me quería a través del teléfono cuando yo le estaba contando lo de Ashley y Alexis-fue explicando Martha mientras atendía a Beckett-.
 -Exacto. Pues veras…
Beckett le conto todo a Martha mientras los minutos pasaban. Martha estaba destrozada mientras escuchaba que a su propio hijo le habían secuestrado, pero no un hombre cualquiera si no el triple asesino.
 -¿Y que sabéis sobre el paradero de mi hijo?-pregunto Martha secándose las lagrimas-.
 -Por ahora…nada.
 -¿¡Que?  ¿Cómo que no sabéis nada?
 -Martha tranquilízate, estamos haciendo todo lo que podemos. Yo también me siento igual que tú, no soy de hielo. Me siento impotente al no saber donde esta o en qué estado se encuentra.
 -Lo siento, no me quería poner así, perdóname-dijo Martha secándose las lagrimas que se habían resbalado por sus mejillas-.
 -Tranquila-dijo Beckett-, no pasa nada.
Las 2 mujeres no se dieron cuenta de que Alexis estaba escondida en las escaleras escuchando la conversación que habían mantenido Martha y Beckett en el salón. Según Castle: ’’ella no es curiosa, su mente es por ella’’, y el tenia razón, ella no era curiosa pero algo le surgió en su interior que la hizo quedarse allí escondida en las escaleras, y sabía perfectamente el que era: Su padre

jueves, 10 de marzo de 2011

Capitulo 2: La victima

-Beckett, ha aparecido la víctima – dijo Esposito entrando a la sala de descanso donde se encontraban Castle y Beckett tomando un café.
-Me lo dijo, y no hemos hecho nada –dijo Castle culpándose-.
-Castle, no es culpa tuya, ni siquiera sabíamos cual iba a ser su próxima víctima.
-Ya pero…me siento culpable por esa chica. A lo mejor tenia familia e hijos.
-Tranquilo Castle. Si prefieres, quédate aquí mientras nosotros vamos a la escena del crimen.
-No, voy con vosotros.
-Vale, como quieras.
Al cabo de una hora de trayecto en silencio en el coche de Beckett, llegaron a la escena del crimen donde se encontraban más policías y el capitán Montgomery.
-Capitán –dijo Beckett-, ¿Cómo se llama la victima?
-Se llama Meredith, 24 años, vivía en la 64 con Northigh. No tiene hijos, pero si un novio que se ha fugado, o puede que el triple asesino lo haya secuestrado para un rescate.
-Lo dudo señor, él no es de ese tipo.
-Tiene razón, pero una superstición es mejor que nada.
-Señor, ¿Lanie está viendo el cadáver?
-Sí, está entrando por la puerta a la derecha.
-Gracias.
Beckett se alejo de Montgomery para adentrarse en la casa a observar el cadáver.
-Hola Lanie.
-Hola Beckett. Ya me he enterado de lo que le ha pasado a Castle, pobrecito.
-¿De qué hablas?, ¿Qué le ha pasado a Castle?
-Ha venido y se ha ido al ver el cuerpo. Esposito ha hablado con él y me lo ha contado.
-¿Donde está Castle?
-No lo sé, se fue por allí –dijo Lanie levantando el dedo señalando a un callejón que estaba al lado de la casa-.
-Vale gracias Lanie.
-De nada.
Ando unos segundos adentrándose al callejón. Observo que estaba oscuro así que saco una linterna de su bolsillo para alumbrar el camino. Puso los oídos alerta para ver si conseguía escuchar a Castle y así ser más fácil encontrarle.
-¿Castle?, ¿Dónde estás? –Dijo alumbrando a cada hueco del callejón-.
Silencio, solo pudo escuchar silencio. Cada segundo que permanecía allí era una eternidad para ella. No encontrar a Castle, era más duro de lo que creía.
-Castle, di algo para que pueda escucharte y saber donde estas.
Mas silencio, se le hacía eterno. No podía seguir así. Decidió llamar a Esposito para preguntar si había visto a Castle salir de algún otro sitio o irse sin que se lo hayan comunicado.
-Dime Beckett –salió Esposito hablando desde la otra línea-.
 -¿Has visto a Castle?
-No, no ha aparecido, la última vez que lo vi entro en el callejón que está justo al lado de…
-Lo sé, se donde se ha metido, estoy aquí ahora mismo, pero no lo encuentro, ni siquiera lo escucho.
-Pues por aquí no ha aparecido. ¿Quieres que vaya al callejón a ayudarte a buscarlo?
-Em…no lo sé la verdad.
-Eso es un sí, se lo diré a Ryan e iré para allá.
Pasaron un par de minutos cuando Beckett observo una luz al principio del callejón, era Esposito que venía de decírselo a Ryan.
-Entonces… ¿no lo encuentras?
-No, y me está preocupando.
Se escucho un disparo proveniente de algún lugar cerca de allí.
Vamos, vamos, vamos!
Salieron como balas del callejón y se encontraron a 3 hombres de policía heridos y los coches con marcas de balas en los cristales.
-¿¡Que ha pasado aquí!?-dijo Beckett a un policía que se encontraba escoltado por un coche patrulla dañado por la parte delantera-.
-Ha venido un tipo con un arma y ha empezado a disparar como loco – comenzaba a explicar uno de los testigos que estaba resguardado por el coche patrulla -, hirió a unos agentes y cogió a un chico que estaba saliendo de algún sitio.
-Espera, espera, 2 cosas: ¿Cómo es que no pillaron al tipo ese?, y la otra cosa… ¿Cómo era el chico?, ¿de dónde salió?-dijo Esposito-.
-No pudimos cogerle porque todos los demás policías estaban dentro vigilando la escena del crimen ya que se trataba del triple asesino.
-Pero… ¿Cómo era el chico que se llevo?
-Era…de estatura media, más o menos de su tamaño –dijo el policía señalando a Beckett-, pelo corto, llevaba una camisa azul con un chaleco negro y…parecía con prisas como buscando a alguien.
-Oh no.
-¿Qué pasa Beckett?Dijo Esposito acercándose a ella al ver el grado de desesperación que contenía Beckett-.
-Era él, se ha llevado a…Castle.


martes, 8 de marzo de 2011

El regreso del triple asesino.

Todos los días era lo mismo, traía un café, se sentaba y preguntaba si había surgido algún caso en su ausencia. Pero un día, pasó algo extraño… Castle estaba raro. No había traído el café ni para ella, ni para él. Sólo traía una cara de tristeza combinada con otra de rabia. Estaba abatido. Él creía que no pero, era como un libro abierto. Beckett se acercó en cuanto lo vio sentarse en la silla que ella tenía al lado de su escritorio:
-Castle, ¿te encuentras bien? –Preguntó alarmándose, al verle los ojos húmedos y sin ganas de mirar a nadie, tan solo al suelo-.
-Ha vuelto –fue lo único que pudo decir sin dejar de mirar al suelo-.
-¿Quién Castle?, ¿quién ha vuelto?-pregunto desconcertada-.
Levantó la cara para encontrase con unos ojos verdes observándole detenidamente, para escuchar lo que tenía que decir.
-Él Beckett –dijo, intentando impedir que se le derramaran lágrimas mientras intentaba tranquilizarse para intentar decirle quien ha vuelto-.
-¿Quién es él? –Preguntó Beckett-.
-Beckett…ha vuelto –volvió a mirar al suelo-.
Ahora las lágrimas de Castle recorrían sus mejillas como si se hubiera formado un río que empezaba en sus ojos y terminaba en su camisa y sabe Dios donde terminaban otras.
-Castle, mírame y dime quien ha vuelto.
Beckett estaba desconcertada. La cabeza le daba vueltas intentando pensar quien podía ser aquel que había vuelto y que Castle no lo podía decir o más bien algo se lo impedía.
-Castle, dímelo por favor –dijo acariciando su cara y alzándosela colocando su mano en el mentón de Castle hasta encontrarse ambos con los ojos del otro.
-Él Beckett, ha vuelto el triple asesino.
Se quedó petrificada. ¿Acababa de oír eso?, ¿Castle lo había dicho?
-Castle, no te entiendo… ¿Cómo que ha vuelto?
-Beckett, me han llamado y me lo han dicho y también lo dijeron en las noticias de la mañana. ¿No ves la tele?
-No tengo mucho tiempo para verla…espera espera, ¿has dicho que te han llamado? –Dijo Beckett mientras se sentó rápidamente en su silla.
-Sí, esta mañana en cuanto me he despertado. Alexis me ha traído el teléfono diciéndome que me estaban llamando.
-¿Reconociste la voz?
Hubo un momento de silencio.
-Era la de él –dijo tragando saliva-.
-¿Y qué te dijo?
-Que volvería a atacar y todo seria por mi culpa, por no haberle cogido, y que me tendría que haber matado en aquel momento cuando tenía oportunidad, cuando tú no estabas, solo estaba Ryan tendido en el suelo inconsciente.
-Castle, no le hagas caso. No te tendría que asustar ¿vale? Me tienes aquí para lo que quieras y cuando sea, me puedes llamar si necesitas ayuda ¿vale?
-Gracias Beckett. En verdad…yo no le tengo miedo, quiero decir, no tengo miedo de que me haga daño, a mí, pero si tengo miedo que te haga daño a ti o a Alexis.
-Castle, no me hará daño. Soy policía y los policías tenemos que vivir con esto. Recuerda que yo duermo armada y que nadie puede entrar en mi apartamento.
-Espero que tengas razón.
-La tendré. Y ahora vete al baño a lavarte la cara y tomate un café para que te tranquilices.