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martes, 19 de abril de 2011

Capitulo 5: Callejon sin salida

Seguían buscando en el edificio abandonado y no encontraban a nadie, ninguna pista que les llevase a Castle o al triple asesino. Ryan seguía inspeccionando la parte subterránea del edificio mientras Esposito y Beckett seguían en la parte superior hasta que se toparon con otras escaleras aunque esta vez se dirigían a la parte más alta del edificio, la azotea.
 -Esposito, te digo lo mismo que a Ryan, si encuentras algo fuera de lo normal, dispara, grita, lo que sea, pero que se te escuche ¿vale?-dijo Beckett-.
 -Si Beckett-dijo Esposito-.
Esposito subió las escaleras rápidamente. Mientras tanto, Beckett se quedaba en el mismo sitio. Beckett estaba rastreando el lugar por enésima vez cuando algo la asustó, era su móvil con el tono que le puso Castle hace semanas llamado: Threshold, en la que salía cantando la hermana de la cantante Haley Blue, la cual había muerto por temas de pasión.
Beckett cogió el teléfono y vio que la llamaban de la comisaría, era el capitán:
 -Beckett-dijo ella-.
 -Inspectora Beckett, ¿se puede saber donde esta?
 -Estoy siguiendo una pista capitán, los chicos están aquí conmigo.
 -¿Y por qué no me lo había dicho?, ¿por qué no me había comentado nada?
 -Lo siento capitán, usted estaba reunido y no quería molestarle a usted ni a sus compañeros.
 -Muy honrado por su parte Beckett, pero la próxima vez quiero que me lo comunique. ¿Está claro?
 -Si capitán por s…
De pronto todo se volvió negro para Beckett. No podía ver nada, solo oía una voz lejana gritando su nombre, pero esa voz cada vez se alejaba más, y más hasta que finalmente dejo de oírla. Escuchó una voz muy cercana a ella que decía:
 -Despídase del mundo inspectora, porque al único que verás será a mi durante un largo tiempo.
Esa voz le sonaba, era la de…Gates. Si, ya lo recordaba. Era el que había matado a tantas mujeres solo para encubrir  al verdadero triple asesino. Había una cosa que no la entendía… ¿Qué hacia Gates allí sí debería de estar en la cárcel?, ¿y a que se refería diciendo eso de que se debía despedir del mundo? Beckett no entendía nada, seguía dándole vueltas a lo de Gates pero de pronto, algo la sacó de sus pensamientos al notar cómo la arrastraban hacia el exterior del edificio al notar un aire frío proveniente de la oscura noche que envolvía a la ciudad de Nueva York.
Pasaron aproximadamente 2 horas en una furgoneta. Beckett se estaba despertando poco a poco a medida que transcurría el trayecto. Estaba en el maletero de una furgoneta, donde pudo ver por una ventanilla que separaba la parte de delante a la de atrás a Gates conduciendo la furgoneta. Conducía de modo inadvertido pero algunas veces aceleraba para adelantar. Ella dejó de mirar por la mini ventanilla que explique anteriormente, se centró en cómo salir de allí. No había nada que la pudiese ayudar a salir de allí, todo lo que había allí era basura, no la podría ayudar a salir de allí.

Después de un largo viaje que pudo durar 15 minutos pararon, Beckett no sabía donde pero sabía que si no hacia algo, podría morir en cuestión de horas o de días, por eso lo primero que se le vino a la cabeza al escuchar como abrían el maletero de la furgoneta fue…hacerse la dormida. Abrieron la puerta, al instante entró un rayo de luz que impactó en su cara, lo que hizo que Beckett se estremeciese un poco pero sin que se diese cuenta Gates. Seguía tirada en el suelo de la furgoneta, quieta sin moverse. Notaba como las gotas de sudor causadas por la tensión de ese momento recorrían su frente y bajaban lentamente por su cara en diagonal, algunas llegando a sus ojos, otras por sus mejillas y las otras recorrían su cara. Gates sacó su pistola, la apunto a su cabeza. No disparó, se la quedo mirando. Se la volvió a meter entre los pantalones y el cinturón que llevaba de color marrón de cuero.
 -¡Eh tu!, despierta que ya hemos llegado-dijo Gates dirigiéndose a Beckett que seguía tendida en la furgoneta-, ¡te he dicho que te levantes!, ¿no me escuchas?.
Beckett seguía en la misma posición, sabía que tarde o temprano Gates se cansaría y se iría a hacer una cosa o a coger algún elemento para despertarla pero no lo hizo. Ni mucho menos. Cogió la pistola que se había guardado anterior mente, la levanto, apunto a Beckett y la amenazo:
 -¡Si no te despiertas ahora mismo, te matare aquí mismo!, ¡no me das pena!-grito Gates-.
Beckett tenía que actuar y así lo hizo. Se inclino rápidamente haciendo caer la pistola que sostenía Gates en la mano al suelo. Se escucho el ruido de la pistola al impactar con el suelo. Beckett se giro hacia Gates para darle una patada en la cara para que estuviese el mayor tiempo posible en el suelo para que ella pudiese escapar pero eso no fue como ella imagino. Gates esquivo su patada u le dio un buen golpe a Beckett en la cabeza que la dejo nuevamente inconsciente. Gates recogió su arma del suelo y se la volvió a guardar para otra ocasión. Decidió, que la próxima vez que volviese a despertar e hiciese lo mismo, o no lo dijese lo que quería, la mataría a sangre fría.



viernes, 8 de abril de 2011

Capitulo 4: Seguimiento de las pistas.

Beckett se despidió de Martha y de Alexis antes de salir del apartamento de Castle. Lo último que le había comentado a Martha es que daría su vida por encontrar a Castle sano y salvo. Después de esto, Alexis subió a su habitación y las 2 mujeres se quedaron en la puerta:
 -Gracias Kate, no sé qué haríamos nosotras sin ti-dijo Martha con los ojos humedecidos-, en serio, te estamos muy agradecidas Alexis y yo.
 -De nada Martha, estoy aquí para lo que necesites, pero… ¿Cómo se enterara Alexis de esto?
 -Tranquila, se lo diré a su debido tiempo.
 -Muy bien, gracias Martha. Si tienes algún problema llámame que vendré lo antes posible.
Al finalizar Beckett esta frase, se giro y puso rumbo hacia el ascensor que estaba al lado del apartamento al final del pasillo. Apretó el botón y observo que estaba subiendo. Dedujo que le quedaban 2 plantas para llegar a la planta en la que ella se encontraba así que espero. ‘’ ¡Pin!’’. Llego el ascensor a su planta, se abrieron las puertas y ella se giro hacia Martha que seguía esperando en la puerta del apartamento de Castle:
 -Adiós Martha-dijo Beckett levantando la mano de forma de despedida e intentando hacer una sonrisa-.
 -Adiós Kate, suerte-dijo haciendo el mismo gesto-.
Entro en el ascensor y se apoyo en la pared del fondo del ascensor cerrando los ojos y pensando cual podía ser su próximo paso para encontrar a Castle con vida y al triple asesino. Las puertas del ascensor se cerraron y empezó a descender a la planta principal donde saldría del edificio, entraría a su coche y pondría rumbo hacia la comisaria 12 a seguir investigando y ver si habían encontrado algo en su ausencia.

Tardo otra media hora en llegar a la comisaria y sentarse en su puesto de trabajo. Al llegar lo primero que hizo fue preguntarles a los chicos si habían encontrado algo, pero por ahora seguían igual, en un callejón sin salida.
Después  de que Beckett entrase en la sala de descanso y se preparase una café para pensar mejor donde podían estar Castle retenido, llego Esposito con un sobre color carne en la mano derecha:
 -Beckett, un señor ha llamado por teléfono y ha dicho que ha visto a 2 chicos entrando en un edificio abandonado a 14 manzanas de aquí, justamente en Ericsson place. Esta abandonado desde hace 15 años, hay gente que le llama…:
 El edificio de los fantasmas-dijeron Ryan y Esposito a la vez-.
 -Muy bien chicos por la actuación,  pero tenemos un caso por resolver y a un compañero que salvar así que andando-dijo Beckett chasqueando los dedos y señalando a la puerta-.
 -Sí, señora-dijo Esposito-.
 -Sí, señora-dijo Ryan-.
Salieron de la comisaria hacia el lugar donde les había indicado aquel hombre que hizo aquella llamada anónima, pero a Beckett le olía a gato encerrado.
Llegaron al lugar de los hechos pero allí no había nadie.
 -Puede que se hayan cansado de esperarnos y se hayan ido-dijo Ryan-.
 -Sí, o puede que se los haya comido un gusano gigante que salió del suelo, que yacía ahí desde miles de años atrás y decidió salir ahora-dijo Beckett en tono de burla-.
 -Oye, Montgomery tiene razón-empezó a decir Esposito-,se te está pegando algo del don de Castle.
 -Chicos, ahora hablando en serio, ¿no os parece demasiado fácil esto?-dijo Beckett-.
 -¿El qué?-pregunto Ryan-.
 -Todo, quiero decir, secuestran a Castle, no encontramos nada, no hay más victimas y ¿ahora recibimos una llamada anónima que dice que tenemos que venir aquí porque los ha visto entrar?, y además no está siguiendo su patrón, es decir, no ha estrangulado a 3 mujeres en una semana, desaparecido 1 mes y volver a estrangular a otras 3 vamos, chicos, no somos unos novatos, somos profesionales, agentes profesionales y no caemos en estas trampas.
 -Bueno…puede que tengas razón, pero Beckett, no perdemos nada por intentarlo ¿no?-dijo Ryan-.
 -Sí, pero…es que esto no me pinta bien. No quiero que muráis ahí por mi culpa, por traeros aquí, por estar tan involucrada en el caso.
 -Beckett, todos estamos involucrados en este caso. Castle era nuestro compañero, nuestro amigo y ahora que lo secuestren nos ha afectado a todos, a unos más que a otros, pero…lo encontraremos sano y salvo y los días volverán a ser iguales-dijo Esposito-.
 -Tenéis razón, me he comportado como una estúpida ahora mismo.
 -¡Eh!, no te has comportado como una estúpida, te has comportado como la jefa, compañera y amiga que eres para nosotros y para Castle-dijo Ryan-.
 -Muy bien, pues entonces…vamos a atrapar a ese hijo de p*** y a salvar a Castle y llevarlo con su familia.
Después de esto, se dispusieron a entrar en el edificio. Solo estaban ellos, no había nadie para escoltarlos o para disparar en caso de despiste.
Entraron sin miedo, esperando a que alguien apareciese, pero nada de eso ocurrió, solo siguieron caminado por el largo pasillo del edificio abandonado. Se podía observar una alfombra arrugada en el suelo de color rojo mate desgastado, unos cuadros en las paredes en los que aparecían señores de diferentes épocas, pero tenían en común una cosa: Todos llevaban bigote y barba. Al final del pasillo se encontraban unas escaleras que daban a la parte inferior del edificio. Suponían que daba al garaje o a un lugar subterráneo del edificio.
Beckett le hizo señas a Ryan para que bajase por aquellas escaleras mientras ella y Esposito seguían revisando la parte alta.
 -Si encuentras algo grita, haz un disparo o lo que sea pero que te podamos oír ¿vale?-le dijo Beckett a Ryan-.
 -De acuerdo-dijo Ryan-.
Bajó las escaleras con la linterna en la mano izquierda debajo de la pistola, que la sostenía en la mano derecha. Ryan recordó lo que le dijeron en la escuela de policías antes de salir de allí:
 ‘’La pistola siempre en posición recta y firme’’
Eso fue lo que hizo, la alzo hasta que el creyera que estaba recta y la puso firme. Mientras tanto, en el piso de encima en el cual se encontraban Esposito y Beckett vigilando, había otra persona que no era ni el triple asesino ni Castle. Lo conocían, se supone que debería de estar en la cárcel, pero es que Beckett y los chicos no saben que se ha escapado solo por venganza.